martes, 1 de julio de 2014

IV CONCURSO MICRORRELATOS 2014 - CEREZAS DEL JERTE - ESCABECHINA


                             

             
                                      ESCABECHINA  
                                                                      
Estaba engarañao por la mañana, en el bancal, esperando la cuadrilla para la recogida, cuando vi salir del caseto a una escandallera, que sin tener miedo de los santosrostros que habitan en los chupanos y enseñándome una puñá de picotas y arremangándose la falda, me hacía morisquetas para que fuera a su encuentro, juli que te juli.
El interior, oscuro y caliente, parecía un mercadillo, de la ropa que había y nos tumbamos a retozar, yo estaba ya enreliao con la del suelo y ella introducía en mi boca con sus dedos, los frutos, yo mientras, introduje los míos en el suyo y no sé cual era más carnoso y jugoso.
 Yo estaba ya alicati perdío y me dije a tirar p’alante y jarreando la cogí en volandas y la subí al tendal.
Berreando como un verraco, me abalancé sobre la moza, dispuesto a terminar la faena, cuando una patada en mis partes, acabó con la tendalina y me dijo, tengo novio y esa fue la moralina.

2 comentarios:

  1. Qué pena que no haya algún narrador en lengua local, eso animaría mucho la literatura.
    Un saludo
    JM

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  2. Tienes razón, Gabriel y Galán nos dejó páginas de una gran belleza, como "el embargo":

    Señol jues, pasi usté más alanti
    y que entrin tos esos,
    no le dé a usté ansia
    no le dé a usté mieo...

    Si venís antiayel a afligila
    sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s'ha muerto!

    ¡Embargal, embargal los avíos,
    que aquí no hay dinero:
    lo he gastao en comías pa ella
    y en boticas que no le sirvieron;
    y eso que me quea,
    porque no me dio tiempo a vendello,
    ya me está sobrando,
    ya me está gediendo!

    Embargal esi sacho de pico,
    y esas jocis clavás en el techo,
    y esa segureja
    y ese cacho e liendro...

    ¡Jerramientas, que no quedi una!
    ¿Ya pa qué las quiero?
    Si tuviá que ganalo pa ella,
    ¡cualisquiá me quitaba a mí eso!
    Pero ya no quio vel esi sacho,
    ni esas jocis clavás en el techo,
    ni esa segureja
    ni ese cacho e liendro...

    ¡Pero a vel, señol jues: cuidaíto
    si alguno de ésos
    es osao de tocali a esa cama
    ondi ella s'ha muerto:
    la camita ondi yo la he querío
    cuando dambos estábamos güenos;
    la camita ondi yo la he cuidiau,
    la camita ondi estuvo su cuerpo
    cuatro mesis vivo
    y una nochi muerto!

    ¡Señol jues: que nenguno sea osao
    de tocali a esa cama ni un pelo,
    porque aquí lo jinco
    delanti usté mesmo!
    Lleváisoslo todu,
    todu, menus eso,
    que esas mantas tienin
    suol de su cuerpo...
    ¡y me güelin, me güelin a ella
    ca ves que las güelo!...


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