TIRO
AL OSO
Por la calle vienen centenares de Gallardones en manifestación,
de diversa catadura, delgados, altos, gordos, con tetas, bajitos, algunos con
muletas, van gritando no se sabe qué, porque con las máscaras no se les
entiende.
De repente, de la primera fila salta uno con la toga al
viento, dejando al descubierto las entretelas y por la velocidad, el plastrón
delantero se le pone en la cara que sumado a la careta y corriendo, va ciego hacia la policía nacional perfectamente
alineada, con sus escudos y viseras, y se estrella con un ploff, que se escucha
en la lejanía.
Inmediatamente se oyó un toc de la porra, a costa del
sargento y como en la feria, en el tiro al oso, un groarrr , un giro, otro
groarrr y vuelta hacia los gallardones.
Sin necesidad de referéndum, la desbandada fue un éxito.
En la memoria, queda
la foto del becario.
Curioso relato Epifisis, con dedicatoria claramente indicada. Recuerdo que parecia el mas progre de su prole pero en cuanto subio los escalones tan deseados se quito la careta y aparecio el verdadero politico.
ResponderEliminarSaludos.
La verdad, Alfonso, que son los abogados, los sanitarios, los militares, funcionarios y ........y ellos mientras nos enseñan sus vergüenzas y trapicheos.
ResponderEliminarEn fin, otra década será.
Un abrazo